Es una de las ciudades más tecnológicas del mundo y eso se puede comprobar desde la excelencia en las apps de servicios hasta los mismísimos museos. Salas inmersivas virtuales, robots que despejan tus dudas y realidad virtual. Es una experiencia única que no se puede pasar por alto.
Por: Jazmín Gómez Fleitas
Como mínimo para recorrer lo esencial en Seúl, los locales recomiendan una visita de dos semanas. Lastimosamente en mi visita oficial como parte del Group Report Program no las tuve y eso a pesar de quedarme dos días extras, sin embargo, ver solamente algunos de sus museos me valió para comprobar que están en un nivel completamente admirable.
Desde el montaje de las exhibiciones, en las cuales las piezas tienen su merecido espacio para apreciarlas y no se sienten pegadas unas con otras ni tampoco sobrecargadas en las salas; hasta las galerías inmersivas digitales que nos envuelve completamente olvidándonos del tiempo.
Y es que no solo se tratan de los museos y las piezas que cuentan sus historias, también de exposiciones de renombrados artistas internacionales que llegan hasta la capital porque su mercado de arte atrae atención mundial.
Lo cual se comprueba en lo rápido que se agotan las entradas cuando se habilita algún evento cultural o en los llenos que están los museos los fines de semana. Solamente en el Dongdaemun Design Plaza- DDP durante mi estadía, había una exposición de Tim Burton ¿qué les parece?
“En los últimos años no sólo se puede ver un creciente interés por la cultura pop coreana, sino también por su arte. La escena y el mercado artístico en Corea se expandieron exponencialmente, ganando reconocimento a nivel global”, nos confirma la paraguaya Diana Martínez, creadora de contenido de arte y diseñadora que reside en Seúl, Corea.
Y agrega: “En los museos de todo Seúl puede verse una clara tendencia en donde teconologías como: Realidad Virtual (VR), Realidad Aumentada (AR) e Inteligencia Artifical (AI) y plataformas de streaming se integran a la experiencia en las exposiciones”.
Diana también fue Promotora Oficial del Programa #helloMMCA organizado por el Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea, que no tuve la suerte de poder visitar, pero que nos hace el favor de describir en detalle.
Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo- MMCA
¿Por qué es una visita imperdible? Es uno de los lugares más icónicos, no solo de Seúl sino de Corea. Desde su apertura en 1986 fue una institución clave para la promocion del arte. El museo cuenta con 4 ramas localizadas: en Seúl (arte moderno y su integración al arte contemporáneo), Gwacheon (programas diseñados para disfrtutar en familia con un rango de exposiciones centradas en arquitectura, artesanía y diseño), Deoksongung (se extiende a caligrafía y literatura) y Cheongju (actividades de preservación e investigación que el museo realiza y pueden visitarse el depósito de distintas colecciones).
El MMCA actualmente cuenta con la exposicion on/offline Watch & Chill: Streaming Senses 2.0. ¿De qué se trata Watch & Chill? Es una plataforma de subscripción que fomenta el intercambio entre instituciones artisticas internacionales y abierta a todo público. Luego de la colaboración realizada en 2021 entre museos asiáticos, este año el MMCA con The Sharjah Art Foundation (Emiratos Árabes) y ArkDes (Suiza) proponen una exposicion sobre cómo experimentamos en esta era digital.
Es imponente desde antes de ingresar. La cápsula futurística que es imposible pasar por alto, fue nada menos el diseño de la arquitecta Zaha Hadid, con el propósito de elevar a Seúl a la altura de ciudad cosmopolita y de referencia artística.
Este centro cultural se inauguró en el 2014 y dentro tampoco se queda atrás. Existen un sinfín de salas y espacios, por ejemplo un patio interno con una alfombra que simula un pasto mullido en el cual, literalmente, te hundís al caminar y que cuenta con sillones toboganes.
El DDP es referente en cuanto a la moda y al diseño, por eso cuenta con una tienda en la cual están piezas de diseño de renombrados artistas locales en donde es imposible no quedarse mirando cada obra perfectamente funcional. Además de contar con diversas tiendas de las marcas de diseño más populares en la actualidad, por ejemplo, Line Friends.
La sala que me cautivó fue una titulada “Light Space”. Se trataba de una completamente a oscuras, con pantallas curvas y en donde se podían ver cómo figuras difusas y borrosas se iban convirtiendo en imágenes nítidas de distintos paisajes naturales. El sonido también ambientaba el sentirse en medio de la naturaleza y habían sofas de diseño dispuestos para quedarse todo el tiempo que uno quisiese o dispusiese. Recorrerla es aspirar diseño y estética a cada paso. Un festín visual.
Es una institución cultural del gobierno que se enfoca en la preservación, investigación y promoción de la música tradicional coreana. Gugak significa precisamente eso, es el nombre de su música tradicional. Y el museo justamente estudia y custodia su historia e instrumentos antiguos.
De hecho, una de las presentaciones más impactantes visual y emocionalmente, la viví allí. Al ingresar al museo la atención va directamente a un semicírculo en donde están los instrumentos musicales antiguos exhibidos. Antes de ver la presentación, nos dieron unos minutos para recorrer los demás espacios.
Una escalera a la derecha lleva a las demás salas en donde se pueden apreciar sillones parlantes en donde uno puede sentarse a escuchar los sonidos de la naturaleza y los instrumentos musicales antiguos, también donde uno mismo puede tocar y escuchar cómo suenan, así como otro para ver las pinturas rescatadas de la dinastía Joseon.
Al regresar, cuando ya iba a comenzar, nos sentamos en los puffs dispuestos en el semicirculo rodeados de los instrumentos antiguos. Lentamente, el espacio se cierra y las luces se apagan. Cuando comienza, vemos un video que nos muestra las danzas antiguas que se bailaban al son de los instrumentos antiguos, pero eso no es todo. A medida que avanza, ese video tradicional termina y comienza un mapping sobre los mismos intrumentos musicales.
Los sonidos de cada uno de ellos van cobrando identidad al poner el foco en cada uno de ellos cuando suena, para luego apreciar la melodía que componen en conjunto. El ritmo va aumentando y la rapidez de las imágenes también. Pasa un pentagrama que nos enseña que, a diferencia de Occidente, en Corea la musical tradicional solo tiene 5 tiempos y no 7, como los que conocemos.
La presentación termina por todo lo alto y con la emoción a flor de piel. Nos contaron toda la historia de su música, nos presentaron a sus instrumentos y danzas típicas de la mejor manera posible. No hay forma de olvidarse de ello con un audiovisual tan bien logrado.
Museo de la Historia de Seúl
Desde el 2002 se encarga de contar la historia de la ciudad de Seúl, ya que la ciudad lleva siendo la capital de Corea desde hace 1100 años. Por lo cual, el museo recoge la historia y cultura de Seúl desde la Dinastía Joseon hasta el presente.
Cuenta con exhibiciones permanentes como la de “600 Years of Seoul” en la cual cuenta con 5 zonas para ir narrando la evolución y crecimiento de la ciudad. ¿La más memorable? La zona 5 en donde se encuentra el “Seoul Today and Tomorrow”, una escala modelo altamente realística que usa tecnología multimedia e intricados modelos.
Se puede admirar la escala de Seúl en 1/1.500 desde el aire y como se extendió más allá de la Torre Namsan, y después del río Han, los cuales eran sus límites antiguos. Es tan real y el piso cuenta con vidrio para apreciarla mejor y caminar encima, que cuando se toma una foto o se hace un video, realmente parece que se está caminando encima de la ciudad.
Ahora mismo, el museo cuenta con 3 exhibiciones en realidad virtual que se pueden acceder desde la web: 100 años de las escuelas en Seúl, Las dificultades de los soldados de Samgunyeong (el comando central militar de la dinastía) y Las casas de Gyeonpyeong-bang, una exposición que explora cómo se formó el área residencial para la gente común cuando Hanyang (el antiguo nombre de Seúl) se convirtió en la ciudad capital.
El último pero no por ello el menos importante. Si solo se va a poder ver uno solo, debe ser este. Desde su acceso, sentís que saliste de la ciudad. Estas en las afueras, a la vera de un hermoso lago que transmite toda la calma para huir de la rutina diaria.
El metro te deja en una estación que ya hace la previa al museo. Los pasillos tienen murales con diseños típicos que semejan tramas textiles con luz internas, y a lo largo se ven bancos para que las personas puedan parar y sentarse, pero con el diseño típico antiguo. Así que solamente salir a la estación del museo, ya es toda una experiencia de inmersión.
Sí, asi que eso significa que el acceso es subterráneo y te deja en el predio mismo del museo. En sus jardines, mejor dicho. Al costado derecho se ve la laguna con la típica pérgola tradicional coreana, y si seguimos hasta la escalera amplia vamos subiendo en medios de macetas llenas de flores, hasta un enorme espacio donde está su entrada principal.
El edificio es enorme, con aproximadamente 3 pisos pero con muchísimo espacio interno, tanto que en el hall principal está en el centro una pagoda de ¡10 pisos! Y mientras te vas adentrando, te encontras con los robots que despejan dudas, hablan distintos idiomas y te pueden ayudar a ubicarte o encontrar la sala de tu preferencia.
Demás está señalar que es imposible recorrerlo en un día y que solamente alcanzó para ver algunas de las salas de la planta baja, con objetos antiguos, joyas bellísimas y hasta un trono a escala real.
Una de sus principales exhibiciones temporales es “A Collector’s Inivitation”, que celebra el primer aniversario del legado de Lee Kun-Hee y es paga. El tercer hijo del fundador de Samsung que falleció en octubre del 2020, pero que legó una colección personal de arte envidiable. Piezas de arte coreano de las dinastías tanto como de arte contemporáneo.
De hecho, la estrella de su colección es un cuadro de Monet imponente. “Monet Lilly Pond” e imponente desde su puesta misma: en una sala oscura, con la luz solamente sobre el cuadro enorme en el centro y la música de un lago tranquilo que invita a la calma. A su alrededor, se proyectan más trazos florales en movimiento, de otro cuadro suyo en el piso. Es para no querer salir nunca.
Sin duda, una experiencia digna de vivir al menos una vez en la vida. En el primer año de su apertura, era tal la concurrencia que era imposible conseguir entradas, ya que solo se habilitan una determinada cantidad por día. Ahora, es un poco más fácil conseguirla a comienzos del día, ni bien abre el museo.
La muestra es sumamente completa e invita a reflexionar sobre la sabiduría de la humanidad y sus huellas a lo largo de la historia, tratando de romper las barreras usando su imaginación. Incluso en una parte específica, parte de la experiencia incluye el tacto y se pueden tocar las obras para sentir las diferentes texturas.
La primera parte es sobre el amor y la familia, con un enfoque en la época Joseon. La segunda, es la introducción a su colección en 4 partes: la 1ra. con pinturas y objetos hechos a mano, la 2da. cerámica y metal trabajado, la 3era. artes religiosos y caligrafía, y finalmente, la 4ta. con esculturas que exploran la humanidad en constante cambio.
El Museo Nacional de Corea tiene un brochure en español, una aplicación que se puede descargar de forma gratuita y tres pisos que en total suman 40 exposiciones. Además, no podía faltar su galería digital inmersiva que tiene 4 exhibiciones: una panorámica -que fue a la que ingresé-, una de realidad virtual, una en 8K UH y una fachada multimedia mural que pueda ser vista en horarios específicos.
La exhibición panorámica inmersiva digital era hermosa. Una sala amplia con pantallas curvas, toda a oscuras donde ibas viendo pinturas de artistas coreanos pero con la temática de las distintas estaciones. Una montaña azul con la neblina tapando las colinas, cayendo la noche y la luna alzándose, con música acorde y la velocidad que iba en aumento daba paso a un suelo y techo lleno de flores que iban cayendo para recibir a la primavera. Una verdadera belleza.