Lollapalooza Argentina 2022, en vivo: del gran show de Miley Cyrus al cierre de Bizarrap - LA NACION

2022-07-22 09:34:09 By : Ms. Jenny J

Algunos sostienen que hay un universo entre la nueva generación de músicos y los que los anteceden. Sin embargo, siempre que tienen la oportunidad, los veinteañeros que actualmente lideran los rankings de reproducciones en todas las plataformas recuerdan a sus ídolos. Y Bizarrap no es la excepción. El pulso de su show está marcado por las distintas sesiones que hizo en el último tiempo, las cuales lo elevaron a un lugar de privilegio dentro de la industria. A través de su música, y consola de por medio, “El Biza” trae a Lollapalooza a músicos como Nicki Nicole y Tiago PZK (que estarán este sábado), Nathy Peluso, la norteamericana Snow Tha Product y los portorriqueños Eladio Carrión y Residente, autor de la última obra de Bizarrap.

Pero en un momento frena todo, invita a Gaspar Benegas, el guitarrista de la banda del Indio Solari y da lugar a un homenaje: “Ji ji ji”, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. La gente empieza a saltar y él eleva la apuesta: “Quiero que hagamos el pogo más grande del Lolla”. Leales, los que están abajo del escenario dan pie al pedido y se corren, casi coreográficamente, dejando un agujero en el centro, el cual llenarán segundos más tarde. “Muchas gracias Indio por permitirnos esta locura. Aguante la música argentina. Esto fue con mucho respeto y cariño”.

En el cierre suena “Malbec”, la canción que hizo con Duki, y Bizarrap se despide con una confesión sincera: “Esto es un sueño para mí”. Si bien sus lentes negros –que ya son parte de su identidad artística- no dejan ver sus ojos, su emoción llega. “Levanten todos las manos que me quiero sacar una foto con ustedes”. Así, con ese gesto de comunión entre todos los amantes de la música presentes, cierra la primera jornada de la edición 2022 de Lollapalooza Argentina.

Diez minutos antes del horario programado, Miley Cyrus gana el escenario Flow vestida con un traje negro de película futurista (de los 80) y gafas negras. El primer tema sirve para entrar en calor, por eso todavía no se sacará una campera inflable gigantesca. Recién después, con la temperatura de la música y de las luces de escenario deja el abrigo y comienza a pasear su esbelta figura. Sobre el escenario, el viento juega con su cabello, que luce dos tonos contrastantes, negro azabache y rubio. Abajo, su público delira con las primeras canciones, que incluyen Mother’s Daughter y el clásico de Blondie “Heart Of Glass”.

A pura psicodelia, con grandes pantallas sobre el escenario, A$AP Rocky, pareja de Rihanna y futuro papá con la estrella del R&B, llega al escenario Samsung como uno de los artistas centrales de la primera noche del Lollapalooza. Muchos momentos musicales son de medio tempo, abrazado a su micrófono, del que cuelga una bandera argentina. Sin una banda que lo acompañe y se se ubique frente a los ojos del público, su propuesta está concentrada en los visuales que proyectan las pantallas. Un collage de historias que se suceden para acompañar los parlamentos del hip hop de sus canciones, desde los de tono “Deep” hasta los más animados. El público salta en los momentos más intensos.

Después de una tarde llena de trap llega un descanso y un regreso a principios de 2000. Alesso se apodera del escenario Flow para darle electrónica y vértigo a la jornada, como interludio hacia el giro pop & rock que más tarde dará Miley Cyrus. La luna llena ilumina el predio junto a la vuelta al mundo que se tiñó de rojo apenas se escondió el sol. En ese escenario, el DJ sueco sale a la cancha para poner cuerpos a moverse y eliminar el frío. Si algo sabe el productor de Estocolmo es combatir temperaturas gélidas con sintetizadores y cambios abruptos Por un momento el predio se vuelve una pista dance y se acaban las rimas para darle lugar a sonidos hipnóticos y bailables.

“Bienvenida Miley al mejor país del puto planeta”, dice Guido Sardelli, uno de los integrantes de Airbag. Sus palabras acompañan el solo de guitarra de su hermano, Patricio, que toma el instrumento y lo hace pasear por todo el escenario mientras lanza acordes al aire. En un momento, se lleva el instrumento a la cara y lo toca ¿con los dientes? Entonces, ese show de cuerdas muta hacia el Himno Nacional, y la gente acompaña como si estuviera en la cancha.

Tras ello, Patricio pregunta: “¿Hay algún guitarrista acá?”. Un joven sube a escena, el líder de la banda le da algunas indicaciones y remata: “Un aplauso para Tomás, le damos la bienvenida”. Casi como si hubiese estado planeado, el espectador elegido deslumbra con la guitarra y el resto de la banda lo acompaña improvisando. Un talento en la tribuna.

En este espectáculo abundan los gestos de argentinidad. De hecho, cuando terminan de hacer “Solo aquí”, su propio himno y último tema de su actuación en el festival, empieza a sonar el tango “Por una cabeza” y el tercero de los hermanos, Gastón, agarra el micrófono para entonar algunos versos antes de cerrar oficialmente su paso por el Lolla con un sapucai.

“Cuando era chico soñaba con escenario’... Mientras mi mamá vendía ropa en Centenario”, canta Dillom en “SIDE”, uno de los temas que promediaron su presentación en el escenario Perry’s del Lollapalooza 2022. Y es de las pocas veces que él, tal vez la aparición mainstream más disruptiva de la música urbana argentina de los últimos años, cae en el tópico del camino del héroe, tan caro a la narrativa hip hop (el niño de vida dura que soñaba con ser una estrella). Su discurso pasa más bien por referencias a Lovecraft (“OPA”) y un sweater à la Freddie Krueger.

Todo embebido en el encanto de beats que remiten al soundcloud rap y tatuajes que lo empatan con Lil Peep y demases. Dillom es un villano con aires de enfant terrible, una suerte de Daniel El Travieso para una pesadilla con glitter. Y también, cuando quiere, un niño introspectivo que cae en lugares comunes (“Hay veces que me siento tan afuera de mi cuerpo / No me reconozco cuando me miro al espejo”, canta en “Bicicleta”). Lo que no negocia, eso sí, es una actitud escénica desenfrenada que se mueve a la par de visuales rojo gore y una banda que no le teme a la distorsión rockera ni a los ritmos tribales para enrarecer un poco el beat.

En el atardecer, una multitud se consagra frente al escenario para el show del Duki, un artista con canciones ásperas que invitan al descontrol de su público. Mientras que canta, la puesta -que incluye una calavera prendida fuego- acompaña esa propuesta de “chico malo”, pero canción a canción demuestra cuán atento es para con su público. De hecho, frena su espectáculo varias veces al ver que algunos de sus fans se descomponen. “Tranquilos cuando salten. Que no se lastime nadie, wacho, que esto sea una fiesta”, dice. Y sigue: “Gracias por la excitación, gente. Me encanta la energía, pero no quiero que se lastime nadie. Dale que tenemos que ver a Miley y al Biza”.

“El Duko”, como le dicen, muestra esa misma ternura al cantar “Como si no importara”, junto a su novia, la cantante Emilia Mernes, que dio un show propio en la tarde. Termina el tema, se dan un beso y ella atina a irse del escenario. “Pará, ¿a dónde vas? Sacamos un tema hace poco”, dice él anunciando: “Esto recién empieza”, la última canción que sacaron juntos. “Esto es único para mí. Que me traten así en mi casa es lo mejor que me podría pasar”, cierra cual vencedor.

El “Eminem argentino” está consiguiendo la medalla que le faltaba, la de la consagración en un festival grande y ante una marea de gente. “¿Cómo están guachos?”, dice Wos a poco de empezar su show. Compacto, combativo y reflexivo se mostró Valentín Oliva, que además de un setlist efectista le dio lugar a la improvisación junto a Acru. Los raperos le dieron vuelta al tema de la popularidad, de estar en las radios, y en el Lollapalooza, con una prosa donde aclaran que “la cultura es mucho más de lo que puede sonar en un compás”. Con miles de jóvenes arengando, el rapero y campeón de la Batalla de Gallos 2018 mostró todo su carisma con sus rimas realistas e infalibles que lo posicionan como el referente más consolidado del rap local. Sabe lo que hacer, sabe cuándo apurar una rima y cuándo bajar la velocidad. “Púrpura” canta hacia el final de su set, cuando parte del público corre a ver a otro gran exponente del hip hop y el trap local: Duki.

Enfundada en un vestido rojo papel glasé brillante, Marina sube al escenario alternativo para descargar su repertorio de canciones pop, ante un público de gritos agudos, que no le pierde la mirada ni un instante. Antes conocida como Marina and The Diamond, con los años la cantante fue puliendo su propuesta hacia públicos más masivos. Y la prueba está en días como éste, con fans que corean buena parte de sus temas. “Buenas noches Buenos Aires, estoy feliz de estar aquí de nuevo. Mi hermana me ayudó con el español”, confiesa la cantante y el gesto es muy agradecido por el público. Tanto como sus canciones.

Hace ya seis horas que se abrieron las puertas del hipódromo y más de 50.000 personas disfrutan del festival. El escenario de los chicos, Kidzapalooza, vibra con el show de Los Raviolis. Algunos chicos vinieron con sus padres directo de la escuela y otros simplemente se hicieron “la rata” para empezar un día antes el fin de semana. En el sector gastronómico, el movimiento es incesante. También en los stands de los sponsors que ofrecen diversas experiencias.

Emilia (Mernes es su apellido más no forma parte de su nombre artístico) tiene un imán. Lo comprobamos 45 minutos antes, cuando empezó su set. De un lado y del otro del hipódromo, chicas y chicos corrían para llegar a tiempo a verla. Ella, de rosa; sus bailarinas, de verde flúo. Figura de las redes, habla del tema que se volvió viral en Tik Tok y del challenge que hicieron sus fanáticas. Hoy muchas están acá para hacerlo en vivo con ella. Emilia canta, baila y todos cantan y bailan junto a ella. Una coreografía que música y público nunca habían ensayado pero que sale perfecta. ¿A caso alguien puede negarlo?

En un presente en el que a todos les gusta decir que sí, que tienen todo, incluso cuando lo que se posea es un corazón roto, 070 Shake prefiere mostrar las sombras del no. Como una suerte de antidiva de la música urbana, subió al escenario alternativo vestida de negro y cadenas, con una estética metalera ideal para su universo gris. “Morrow” y “Unbothered” fueron los temas elegidos para comenzar el set. En la primera canta sobre lo que pasaría “Si no estoy aquí mañana” y en la segunda sobre un sol que no brilla, un factor diferencial contra el color de Emilia y La Joaqui, ambas sonando al mismo tiempo en otros escenarios.

070 Shake, nacida como Danielle Balbuena y protegida de Kanye West, mostró su mundo íntimo sin nadie más que ella en el escenario, ni banda, ni DJ. Los beats oscuros y su voz de registro medio se combinaron para dar con una suerte de r&b industrial. De fondo, la pantalla mostraba un loop de referencias cinematográficas que iban desde un Dumbo lloroso al abrazo entre Rocky y Apollo. Pero como siempre hay luz al final del túnel, se permitió un pedido para el público: “Abrácense, hemos derrotado al Covid”.

Último tema del show de Tai Verdes y el público se bifurca en dos senderos que lo llevan a los escenarios Samsung y Alternative. Cada uno elige su propia aventura: ¿Seven Kayne o Louta? El que más llama la atención es el escenario que tiene unos globos celeste gigantes y que, luego, para el que elija esta opción de su aventura, ofrecerá un desfile de estímulos visuales. Una ballena franca inflable, un globo lleno de papelitos, con Louta in vitro, cantando desde allí sobre una escalera de obra. Un preludio de música noise. Citas a grandes éxitos de John Lennon, Lou Reed, Nirvana y Technotronic. Una invitada especial: Zoe Gotusso, y las canciones que conoce el público, incluso esa que hicieron juntos: “Ayer te vi”.

No es un horario central del primer día de festival. Pero eso no le impide a Louta tirar toda la carne al asador. Lo hace con toda su extraversión y heterogeneidad de su propuesta, que muchas veces responden a códigos generacionales. La estética que elige es corográfica, coral. El “Thriller” de Michael Jackson y el Fuerza Bruta de su padre, Diqui James, pueden estar a un paso en el escenario de Louta. La disco music y Jamiroquai también se pueden dar la mano. Todo eso, y mucho más, entre en el universo de Louta, sin necesidad de que parezcan escenas oníricas.

Brandi Cyrus fue una de las últimas confirmadas al festival. La DJ ingresó al line up luego de que se “bajaran” C. Tangana, Jane’s Addiction y King Gizzard & The Lizard Wizard. “It’s time to party”, grita desde la cabina que montaron en el escenario. Con su show, la música electrónica dice presente.

Detrás suyo, tres pantallas con su nombre en letras gigantes señalan que es ella quien pone la música. Entonces, pide una ovación para su hermana. “¿Quién va a ver a Miley esta noche?”, pregunta con la picardía de quien sabe que con esas palabras se mete al público en el bolsillo.

Natalie Pérez irrumpe con “Lluvia”, hit de su último disco, Detox. “Hay que bailar y la tormenta pasará”, canta la artista: un mensaje que resuena en este viernes donde todos los presentes tienen los pies embarrados. “Qué felicidad me da cantar hoy acá. La lluvia nos bendijo esta mañana y ya se fue”, dijo.

Vestida de jean y con lentes de sol verdes, la cantante es la primera artista de Lollapalooza en congregar una multitud frente al escenario, y en su hora de show muestra tener un amplio manejo del espacio, propia de una carrera que comenzó desde muy chica. “Es muy prestigioso estar acá, pero es muy poco tiempo y yo no dejo de ser un ser humano sorprendido”, reconoce antes de cerrar el show con su canción “Detox” y con un mensaje a su público: “Detox en su mente, en su corazón y en su alma. Sean lo más felices que puedan”. Y así Natalie dejó el escenario, emocionada por la ola de aplausos y el grito de los presentes que coreaban su nombre.

“Listo, cuando yo cuente cuatro, todos abajo. Y después vamos a brincar”. Heroína de Tik Tok, la mexicana de Tijuana, Bruses, vino decidida a conquistar al público local. Moviliza a su audiencia con sus indicaciones, pero también con las canciones furiosas y las pop. Porque hasta se da el lujo de versionar a las Spice Girls. Su look dark con cabellera rojo furioso no pasa inadvertido. Pero lo que se impone es su carisma sobre el escenario. Hasta se sienta a tocar la batería.

Un lindo personaje. Zenon Pereyra, rodeado de una gran banda, apura el paso y las versiones para recuperar el tiempo perdido. Subió tarde al escenario pero igual se las ingenia para dejar en claro que lo suyo va por el funk y los sonidos de otros tiempos. Ensaya una bossa, cita a los Bándalos Chinos en un inequívoco guiño generacional y se expone como un ahijado posible tanto de Willy Crook como de Sergio Pángaro. Irónico, le dedica un tema a C. Tangana, que se bajó del festival a último momento y cual Felipe el Antiguo exclama: “arranca el bochinche”.

“Dame tu amor, solo tu amor”, entona Rosario Ortega. Con esos versos de un tema que se hizo clásico gracias al binomio Fito Páez-Paralamas (”Track Track”), le da la bienvenida a un grupo selecto de valientes que no fueron amedrentados por la lluvia y llegaron temprano al festival. Bien acompañada por sus músicos, la voz más dulce del clan Ortega entrega un set muy cool. El bluseado “Hablo con vos” es uno de eso momentos de calma, como para dar los primeros pasos de la jornada inicial del festival, que luego debe tomar temperatura con el correr de las horas. En esa misma línea suena solo “Tu”, aquel hit de Shakira al que Rosario le da una versión hotelera, pero que no es para nada una música de fondo. Todo lo contrario. Atrapa, aunque recién haya pasado el mediodía. “Gracias a todos por estar acá escuchando, más allá del clima”, dice antes de encarar “Agua de río”, uno de los temas que la llevaría al final de un recital impecable, con una banda ajustadísima.

Con ese mismo flow llegó Axel Fiks al Escenario Alternative. Lleva un traje amarillo canario. “Me da ganas de gritar, y puedo desafinar”, repite en el estribillo del tema “Goma”, pero lejos de cualquier actitud punky, igual que Ortega, impone un toque bluseado, jazzy, en un chill out a la hora de la sobremesa del mediodía. Claro que no es un día de sobremesa de fin de semana. Poco a poco, todavía con muchas nubes grises pero sin agua cayendo, el predio de San Isidro va tomando color con la llegada de público y de las bandas y solistas que suben a los escenarios.

“Ya hice pasar a dos grupos de 70 y uno de 100″, dice un hombre por handy mientras organiza la entrada de personas en uno de los ingresos del Hipódromo de San Isidro. A solo unos metros, el festival empieza a hacer sonar sus primeros acordes, con el dúo Ainda, en el escenario Alternative, y el trío Limon, en el de Samsung.

A partir del viernes a las 12, la plataforma Flow transmitirá, en vivo y para todo el país, a través de sus canales 605, 606, 607 y 608, todos los shows completos de los diferentes escenarios y contenidos exclusivos como entrevistas a las bandas, el detrás de escena y toda la experiencia. Además, los clientes de Flow Clásico también podrán vivir el festival a través del Canal 8 con la transmisión de los shows de los escenarios principales.

A pesar de la lluvia, las puertas del Hipódromo de San Isidro abren a la hora prevista y los primeros fanáticos ingresan al predio para disfrutar desde bien temprano del festival. Ahora sí, repasemos la grilla del día para ir seleccionando lo que no nos podemos perder.

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Falta sólo media hora para que se pueda ingresar al Hipódromo y disfrutar de la primera de las tres jornadas de Lollapalooza Argentina 2022. Para los que estén yendo al predio de San Isidro, es importante recordar que hay que ingresar con certificado de esquema completo de vacunación contra el Covid-19. Hay aplicaciones, como miArgentina, desde donde se puede descargar. Para no perder tiempo en el ingreso, en vez de conectarse a la aplicación en ese momento, conviene llevar el carnet impreso o tener el certificado ya descargado, en el teléfono. Los problemas de conexión por datos móviles siempre son un riesgo en lugares de mucha asistencia de público. Más vale no correr ese riesgo.

El Hipódromo tendrá tres accesos disponibles para el festival. Acceso 1 (Esquina Av. Santa Fe y Av. Márquez), Acceso 2 (Av. Márquez 900, entrada Paddock del Hipódromo) y Acceso 3 (Av. Márquez, entrada Oficial del Hipódromo).

También hay que tener en cuenta que no está permitido ingresar con alcohol en gel o alcohol al 70 % en envases superiores a 200 ml., armas de cualquier tipo, computadoras, termo con líquido caliente, mate, cualquier sustancia ilegal o flamable, cualquier tipo de droga, comida o bebidas ajenas al evento, rayos o punteadores laser, carpas, sillas de cualquier tipo, patinetas, hover-boards, monopatines, scooters, vehículos personales motorizados de cualquier índole, drones o vehículos aéreos, bebidas alcohólicas y/o energéticas.

Desde la organización recomiendan: usar barbijo, evitar las zonas de mayor concentración, hidratarse durante toda la jornada, designar un punto de encuentro dentro del predio, cuidar las pertenencias personales y mantener limpias las áreas utilizadas.

Bien vale un repaso para ir planificando desde temprano. La programación de este viernes incluye más de treinta shows en cinco escenarios. Escenario Flow: Rosario Ortega, Bruses, Tai Verdes, Emilia, Wos, Alesso, Miley Cyrus. Escenario Samsung: Limon, Zenon Pereyra, Chita, Louta, A Day To Remember, Duki, A$Ap Rocky, Bizarrap. Escenario Alternative: Ainda, Axel Fiks, Natalie Pérez, Seven Kayne, Shake, Marina, Airbag, Turnstile. Escenario Perry’s: Bianca Lif, Falke 912, Fms, Brandi Cyrus, La Joaqui, Sael, Boombox Cartel, Dillom, Alok, Deorro.

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